miércoles, 23 de diciembre de 2015

Rotuladores para lettering (todos... o casi)

Éste es nuestro pequeño regalo de Navidad anticipado. Una guía bastante exhaustiva de rotuladores para lettering. Repasamos las principales marcas de rotus que podéis encontrar en el mercado para dibujar letras. Si no están todos, están casi todos los rotuladores. 

 

Hoy va dedicado a tod@s aquell@s amantes del lettering. Así tenéis algunas ideas sobre qué rotuladores pedirles a los Reyes Magos... jeje. Avisamos, el post es largo. 
Empezaremos con nuestros imprescindibles, que ya vimos AQUÍ: los Micron, los Tombow dual y el Fudenosuke. Los Pigma Micron de punta fina son ideales para la precisión y los detalles. También para usar la técnica de la falsa caligrafía

 
VALORACIÓN: Valen mucho la pena, tanto para lettering como para ilustración. Tienen un precio razonable y el único "pero" es que no son recargables.

Además, Sakura tiene otra versión: el Pigma Brush. Con una punta flexible parecida a la del Tombow dual, pero más fina. 




VALORACIÓN: Bastante fácil de controlar, permite hacer letras en cursiva de menor tamaño. Disponible en 9 colores (incluyendo el negro). Y con la calidad de tinta del Micron tradicional. Sobre los 2 euros cada rotu, aunque hay packs con todos los colores que salen mejor de precio.

Los Tombow dual pen, con una punta tipo pincel y otra de rotulador normal, son muy versátiles. Se usan mucho para letras en cursiva, de tamaño más bien grande.


VALORACIÓN: Son un auténtico imprescindible, sobre todo para jugar con el color (no os olvidéis del blender pen). El "pero" más importante (aparte del precio) es que la punta pincel se estropea con bastante rapidez y no es reemplazable. Tampoco son recargables.

El Tombow Fudenosuke brush pen. Con su punta cónica flexible permite conseguir letras más pequeñas que el Tombow dual. El hard  (punta más dura) está recomendado especialmente para principiantes y el soft  (punta más blanda) requiere un poco más de control de la presión. 


VALORACIÓN: Muy cómodo de usar, con un trazo muy fluido. La punta no se estropea como la del Tombow dual. ¿Lo negativo? Que sólo existe en negro.

Un rotulador parecido, para letras en cursiva de menor tamaño (y mayúsculas y minúsculas más "tipográficas"), es el Pentel Fude Touch Sign. También tiene una punta plástica (pero más blandita que el Tombow Fudenosuke) con la que se consiguen gruesos desde 0'5 a 2 milímetros. Aunque para mí personalmente me es más difícil controlar los trazos finos y conseguir contrastes con este rotulador.


VALORACIÓN: Muy parecido al Tombow Fudenosuke, y de un precio similar,  la principal ventaja del Pentel Touch Sign es que está disponible en 12 colores (como el azul de la imagen anterior o estos otros tres).



En la comparativa con la palabra "hola" vemos también un ejemplo del Kuretake Bimoji, que podemos encontrar con diferentes grosores. En éste caso hemos utilizado el de punta fina, muy parecido al Tombow Fudenosuke y el Pentel Sign, con un grosor de trazo de entre 0'5 y 1'5 milímetros. La tinta es resistente al agua una vez seca. Otros acabados de punta son: extrafino (grosor 0'3-1 mm), medio (0'6-3 mm), ancho (broad, grosor de 1-5 mm) y punta pincel media (medium bristles).


VALORACIÓN: La principal ventaja de este rotulador que imita la forma de un pincel tradicional es que tiene una sujeción de caucho (flecha verde) muy cómoda para los dedos. Cuando controlas la presión, puedes sacarle grandes contrastes, con la limpieza del Tombow Fudenosuke "hard" pero la flexibilidad del "soft". Sin duda, un buen punto medio. Cuanto más lo uso, más me gusta.Y ahora estoy probando sus otros grosores, hasta el pincel. Y también me encantan.


Seguimos ampliando la lista. 

El gran clásico en el mundo de los rotuladores es, sin duda, el Copic. Usado desde hace décadas por ilustradores y otros profesionales, ofrece una amplia gama de colores de tintas con base de alcohol, permanentes y de una gran calidad que, además, se pueden mezclar (¡hasta venden rotus vacíos para crear tus propias mezclas de tintas!). Son rellenables y existen recambios para las puntas. Venden también un rotulador transparente para degradar y mezclar colores. ¡Y hasta se pueden usar con aerógrafo!
Para caligrafía y lettering, los más recomendados son los Copic Sketch. Tienen una doble punta: pincel y biselada de tamaño mediano. 


La punta pincel es de goma muy blandita y, con poco esfuerzo, es fácil sacarle contrastes.


VALORACIÓN: Entre los "pros", su alta calidad, la enorme paleta de colores (358 para el Copic Sketch) y la posibilidad de rellenarlos y cambiar las puntas. El principal punto en contra es su precio. Entre 5'5 y 7 euros cada rotulador. Aunque también pueden encontrarse packs de 12 rotus con un precio algo más ajustado.

Otro de los rotuladores más conocidos, sobre todo en América, es el Sharpie. Es un rotu permanente con el que puedes escribir casi sobre cualquier superficie: plástico, cristal, CDs... Aunque NO los recomiendan para tela. La tinta, resistente al agua, es de secado rápido.

Para el lettering, el más usado es el Sharpie Twin Tip, con una doble punta: una fina (1 mm) y otra ultra fina (0'3 mm). En España se encuentra en negro y 10 colores más. 

Imagen: sharpie.com

VALORACIÓN: Son una buena opción para llevar el lettering más allá del papel (pienso en tazas, carteles de madera...). Y no son demasiado caros. ¿El precio? Por Internet encuentras packs de 8 colores por entre 7 y 14 euros.

Otra gran marca de materiales de Bellas Artes, Faber-Castell, tiene también muchos rotuladores aptos para el handlettering. De punta fina, con punta de fibra (los clásicos rotus de colores), metalizados... Los Faber-Castell Pitt Artist Pens están pensados para para diseñadores gráficos y artistas. Ofrecen cinco grosores de trazo: superfino (S), fino (F), medio (M), punta de pincel (B) y punta biselada (C). Con una tinta altamente resistente a la acción de la luz y el agua, son perfectos para bocetos, estudios y dibujos a tinta china.


VALORACIÓN: Entre tanta variedad, hay que saber qué producto buscamos para caligrafía. Los Artist Pen con punta B son los más adecuados. Aunque personalmente me gustan más otros rotuladores con punta tipo pincel. Otro inconveniente, que vienen en packs de 6 colores predeterminados por temática. Aunque también puedes encontrar una caja con 48 colores (entre 80 y 90 euros en Amazon).

En la anterior foto también podéis ver un ZIG Art & Graphic Twin, de Kuretake. Tiene dos puntas, una fina rígida (0'8 mm) de trazo uniforme y la otra, de goma flexible con efecto pincel para crear trazos finos y gruesos, parecida a la del Copic Sketch. 


VALORACIÓN: El principal atractivo, que hay unos 80 colores para elegir. Son acuarelables y van muy bien para "rellenar" y colorear. También se pueden usar sobre sellos para estampar. Para lettering, hay que aprender a controlar esa punta tan blandita, pero los resultados son vistosos.

En este mismo rango de rotuladores acuarelables están los Distress Markers. También con una doble punta, una de ellas fina y la otra, tipo pincel. Disponible en los mismos colores que las tintas de la marca. Puede usarse para entintar sellos, como el Tombow Dual y el Zig.


VALORACIÓN: Muy bien valorados para crear fondos, hacer degradados de color y usar con sellos de estampar. No los recomendamos para el lettering, ya que la punta pincel es poco rígida y tiende a deformarse.

Pasamos a los rotuladores-pincel (verdadero pincel, no de punta de fieltro). 
Los Pentel art brush tienen una auténtica punta con cerdas de plástico y un depósito cargado con la tinta (negra o de color) para el que venden recambios. El trazo más rudo del pincel permite jugar con texturas, aunque primero hay que controlar el flujo de tinta. 


VALORACIÓN: La principal ventaja es ser recargable y ofrecer una cierta gama de colores. Su grosor dificulta un poco hacer letras pequeñas.

Existe una alternativa más barata y que te permite cambiar de color cuantas veces quieras, los pinceles de agua (aqua brush o water brush). Aunque los más conocidos son los Pentel Aquash, los hay de otras marcas, como Koi, ZIG, Staedler, Kuretake Phys, Royal & Langnickel o Derwent. Los hay en diferentes gruesos (fino, medio y ancho).


Puedes cargarlos con agua y jugar con acuarelas, guache diluído... o llenar el depósito directamente con tinta o con acuarela líquida (anilina), como en la imagen. En ese caso, tenemos nuestro "Pentel casero". Eso sí, para cambiar el color hay que limpiar bien, desmontando la parte del pincel y los filtros (¡fijaos bien para colocar de nuevo las piezas luego!).


El tercer rotulador-pincel que hemos probado es el Pentel Pocket Brush. Es un pincel con cuerpo y capuchón como de pluma estilográfica. Con cerdas sintéticas muy resistentes que conservan su forma y proporcionan un trazo más bien grueso. La tinta es permanente, resistente al agua y la decoloración (y no se va de la ropa... ¡atención!).


VALORACIÓN: Recomendado para caligrafía asiática, bocetos y hasta manga, por su tinta de alta calidad. Lo mejor, que es transportable con seguridad y recargable (venden cartuchos de recambio). Hay que pillarle el punto al pincel, pero cuando lo consigues es genial.

Además de todo lo visto hasta ahora, en el mercado hay más opciones que nos permiten jugar para dibujar letras. Como el Kuretake Zig Letter Pen Cocoiro. ¡Cuidado al comprarlos! Venden el cuerpo del rotulador sin carga de tinta ni punta, que hay que comprar aparte. Eso sí, puedes buscar la combinación que más te guste. Las carcasas vienen en 16 colores diferentes. Los recambios, con cuatro puntas: pincel súperfino, pincel normal, rollerball y lettering súper-fino. El material flexible permite jugar con presión y velocidad. 


VALORACIÓN: Más pensados para escribir con normalidad que para hacer lettering, están recomendados para caracteres chinos y japoneses.

Los rotuladores de punta fina que vimos AQUÍ y los rotuladores de gel son otras opciones, sobre todo para jugar con un lettering en colores. Aunque en los de gel la punta es acabada en una bolita (como muchos bolígrafos), con la técnica de la "falsa caligrafía" podemos conseguir letras en cursiva caligráfica. Los hay en tonos pastel, metalizados, fluorescentes y hasta con purpurina.


Uno de los que más uso es el blanco, porque es genial sobre papeles oscuros o sobre el "craft" (color cartón de toda la vida, como el de estas etiquetas). Rotus de gel los hay de mil marcas: Carioca, Edding... Me gustan especialmente los Uni-ball Signo por la calidad de su tinta y su fluidez de trazo (por la fórmula viscosa de la tinta). La marca tiene diferentes rotuladores bajo este nombre, con puntas desde 0'28 mm a 1 mm.



VALORACIÓN: Lo mejor son sus colores vibrantes y su fluidez de trazo. El único "pero" es que son de secado lento y hay que tener cuidado para no emborronar una pieza acabada. Lo peor, al menos con los Uni-ball, es que con tanta variedad de puntas y colores no sabes con cuál quedarte.

La lista podría seguir y seguir... pero creo que cumplimos lo prometido y tenéis una guía con casi todos los rotuladores para lettering. Os podéis hacer una idea de la variedad de rotus que se encuentran en el mercado para probar, practicar y seguir experimentando en esto de dibujar letras. Para todo lo que queráis probar hay una herramienta, seguro.


domingo, 20 de diciembre de 2015

Ductus de las letras en caligrafía

Una vez aprendidos los trazos básicos, llega el momento de saber cómo escribir cada una de las letras en caligrafía, para lo que es esencial conocer qué es el ductus


Y es que estamos aquí venga hablar de materiales, tintas y colores y todavía no os hemos explicado cómo empezar a escribir palabras. Esto del ductus suena complicado, pero en realidad no lo es tanto. Sabemos que los trazos ascendentes son finos; los descendentes, gruesos; y los transversales (como el palo de la t), de izquierda a derecha y también finos. Al menos, siempre que hablemos de la Copperplate o caligrafía inglesa y aplicable también a sus variantes de caligrafía moderna. Más allá de esta regla básica, cada letra se construye de una manera, combinando los diferentes trazos. Un ejemplo con las minúsculas:


Cada letra tiene su propio ductus. ¿Y qué es? Sí, suena como serio, pero es algo tan sencillo como el ángulo de inclinación de la pluma sobre el papel, y los movimientos y en qué dirección van para formar cada letra. Se define como "el número, el orden y el sentido de los trazos que forman una letra". Incluye el modo, dirección, secuencia y velocidad con la que se dibujan los trazos y rasgos que la componen.

Manos a la obra! En primer lugar, la postura: la espalda erguida. Y la inclinación del papel, unos 45º sobre el límite horizontal de la mesa. Necesitamos una guía. En la página de Internet www.printablepaper.net tenéis las que necesitéis. Y ya podemos empezar a practicar los trazos. Así vamos pillándole el punto a la plumilla y los juegos de presión.

Vale, ya tenemos unas cuantas hojas llenas y no hemos escrito nada porque no sabemos por dónde empezar. Aquí es donde entra el DUCTUS. Yo, en mi ansia de escribir, cuando ví la hoja llena de letras con flechas y números no le hice ni caso, pero pronto me dí cuenta de que era primordial. El ángulo de inclinación de la pluma de la Copperplate es de 55º sobre el papel. Por eso, el palillero oblicuo facilita el trabajo y nos ayuda a no tener que torcer demasiado el papel.

Para hacer el alfabeto que Lindsey de The Postman Knock nos muestra en la imagen derecha tenemos que controlar los movimientos de la imagen izquierda, que nos dice por medio de flechas y números de cuántos trazos está formada cada letra y en qué orden y dirección van.




Por ejemplo, la A mayúscula tiene dos movimientos. Con el primero se construye el cuerpo de la letra y con el segundo, la transversal. 


La guía nos indica dónde empezar y acabar cada trazo. La B mayúscula son tres; el primero, un trazo descendente; el segundo, el primer semi circulo de la b y el tercero, el segundo. Y así con todas... 

Así que como ya tenéis de todo (palillero, pluma, tintas varias, papel) y ahora un alfabeto con sus instrucciones, sólo queda ponerlo en práctica.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Kits de caligrafía: imprescindibles para comenzar y dónde conseguirlos

Con el auge de la caligrafía son muchas las empresas (y hasta artistas de las letras) que venden kits "con todo lo necesario" para comenzar en este noble arte. Pero lo cierto es que puede salirte mucho más barato si sabes dónde conseguir esos imprescindibles por separado.


Sí, la caligrafía moderna está de moda. Y si te ha picado el gusanillo y has buscado algo sobre ella, habrás visto que los kits de iniciación empiezan a aparecer como brotes verdes en primavera. Y aquí estamos nosotras para decirte: paraaa! y no compres nada! Por mucho menos de lo que te piden, puedes hacerte con tu propio kit personalizado.

Como nos ocurrió a nosotras al empezar en esta aventura, al principio no tienes ni idea de nada, ni de dónde conseguir los materiales. Y te apuntas a cursos que no sabías que eran tan caros (te das cuenta cuando empiezas a saber más del tema) y te compras kits de iniciación con blocs llenos de líneas para no desviarte, cosa que luego comprendes que no es lo que necesitabas. 
Pero conforme te vas adentrando en este mundillo, te vas dando cuenta de que TODO está en internet y sólo hay que saber buscar. Así que considérate afortunad@ porque te vamos a dar unas recomendaciones para que puedas comenzar en este mundo tan bonito y creativo sin que tengas que matar al cerdito de barro.

Lo básico que necesitas para poder comenzar es un portaplumas, plumillas y tinta (como vimos AQUí). También puedes escribir con acuarelas o gouache, dependiendo del acabado que quieras conseguir. Así que, si te llama la atención, también puedes aprovechar para comprarte alguna otra cosilla.


Portaplumas o mango

Los encontrarás rectos u oblícuos. Para la cursiva, nosotras te recomendamos que sea uno oblícuo. Los puedes encontrar en distintas tiendas (el precio varía entre 2 y 4€ s) e incluso en packs con plumillas, como éste de speedball que está a buen precio en Amazon y que además va acompañado de nuestras queridas plumillas Hunt 101, que nos encantan.





Si optas por alguna tienda online de bellas artes, puedes comprar el mango o portaplumillas y las plumillas por separado.  
 

Plumillas
Plumillas hay miles. Tendrás que ir probando a ver cuál es la que te gusta más o manejas mejor, porque para gustos los colores, pero las que más usamos y nos gustan son: Hunt 101, Gillott 404 y 303, Zebra G, Brausse Rose, Brausse 66EF y Nikko G. Desgraciadamente, no podemos encontrarlas todas en una misma tienda, así que aprovecha las que haya en la tienda donde compres y hazte con una o dos de cada, suelen costar entre 1 y 2 € la unidad, así que no es mucho. Nosotras siempre aprovechamos cualquier compra para añadir alguna plumilla que no conocemos para probarla. A veces te sorprende... aunque otras te das cuenta de que no sirve para nada.
Si tienes alguna tienda de bellas artes en tu ciudad, puedes comprarlas allí también, pero si les preguntas por plumillas para caligrafía te enseñarán las que tienen la punta biselada, para escribir caligrafía gótica. Para la caligrafía inglesa (en cursiva) y sus variantes modernas, necesitas plumillas acabadas en punta o de dibujo. 



La tinta.

Tintas hay a porrón. Más líquidas, más espesas, resistentes o no al agua, de secado rápido y lento, acabado brillante o mate... y de mejor y peor calidad. Sinceramente, para empezar y pasarte horas escribiendo el abecedario, te sobra con una tinta normalilla y que puedes encontrar en tu tienda de bellas artes del pueblo o en cualquier tienda online. Puedes empezar por la Winsor & Newton para dibujo, o para caligrafía que es mejor.
Una vez que ya pasas a proyectos mayores, porque de practicar nunca paramos, puedes comprarte una Sumi, como ésta.


¿Dónde puedes encontrarlas? En Amazon y en algunas tiendas online, como:


Como verás al navegar por estos enlaces, en algunas de estas tiendas puedes comprarlo todo: mango, plumillas y tinta, incluso los cuadernos para practicar. 

Aunque puedes usar cualquier clase de papel, incluso los folios corrientes (siempre y cuando compruebes que tu tinta no se esparce por el papel al escribir), los que se recomiendan son los de las marcas Canson, Conqueror y Rhodia. Para escribir con tinta deben ser finitos, de 70g/m2, para que se transparenten las guías. Si usas acuarelas deben ser más gordos, de 200-300 g/m2, para que aguanten el agua, pero asegúrate de que tienen la superficie lisa porque si no se te enganchará la plumilla al escribir.




Si entra dentro de tu presupuesto (y entrará, ya que estabas dispuest@ a gastarte un pastizal en un kit y con lo que te he comentado no llegas ni a la mitad de lo que valen) puedes aprovechar al comprar en estas tiendas online y añadir al carrito algún rotulador de pincel, para probar también a escribir con este material. Los más comunes son los Tombow dual, Tombow fudenosuke, brush pen kuretake y Zig Art & Graphic Twin. Si te interesa el lettering, estate atento a nuestro blog porque haremos un super post sobre ellos.

Y por último, ¿cómo empezar a practicar? Lo más difícil, encontrar material de aprendizaje. Puedes hacerte con hojas de trabajo o worksheets, y con vídeos, que es la novedad, en la página web de Lindsey Bugbee: The Postman Knock. Por muy poco dinero puedes descargarte estas hojas de trabajo donde te explica cómo hacer las letras y con hojas para practicar. 

También puedes inspirarte navegando por Instagram, usando los hashtag #caligrafia #caligrafiamoderna #calligraphy #moderncalligraphy #handlettering #brushcalligraphy y sobre todo, por supesto, @amotinadas y #amotinadascaligrafia y siguiendo a gente con tus mismas inquietudes en Periscope, donde hacen vídeos en vivo y puedes ver cómo escriben. 

Ahora ya no tienes excusa!



domingo, 13 de diciembre de 2015

Comparativa de tintas blancas

Blanco sobre negro. Una de las opciones más elegantes, para aprovechar en nuestros trabajos navideños o en cualquier otro proyecto. Hoy hacemos una pequeña comparativa de tintas blancas con algunas de las posibilidades que podemos encontrar entre nuestros materiales. 

 

Aunque últimamente hemos hablado bastante de color, no queríamos olvidar uno de los contrastes más grandes, el del blanco sobre negro. Vamos, lo contrario de lo que solemos utilizar la mayoría de las veces tanto en caligrafía como en lettering.
Aquí tenéis el resultado que obtenemos con algunas tintas blancas, rotuladores y acuarela sobre un papel Canson negro de 150 gr/m2. Nuestra pequeña comparativa: 


El caso de la tinta blanca para plumillas de caligrafía merece un post propio, que dejaremos para más adelante.

Además de todas estas opciones, no podemos olvidar el rotulador de gel, que ya vimos en la entrada sobre aplicaciones navideñas (aunque en esa ocasión usamos el blanco con un fondo de color kraft).
Sólo nos queda animaros: cuando os canséis del negro sobre blanco, probad a darle la vuelta! 


jueves, 10 de diciembre de 2015

Breve introducción a la Teoría del Color


La elección de los colores es básica para cualquier creación artística. Sus armonías y contrastes las recoge la Teoría del Color. Hoy hacemos una breve introducción para asegurarnos de acertar a la hora de ponernos manos a la obra.


¡Porque no todo va a ser caligrafía! ¿o sí? Este post pretende ser una pequeña guía sobre el color, ese gran aliado (y a veces, enemigo) en cualquier composición artística que se precie. Ya sea en caligrafía, óleo, acuarela o scrapbooking, por ejemplo, elegir una combinación acertada de los colores que vamos a usar es fundamental a la hora de conseguir que el resultado sea atractivo a ojos de un espectador cualquiera.

Nos saltamos la parte esa que dice "rojo + amarillo = naranja" porque damos por hecho que es muy probable que tod@s l@s que nos leéis lo sepáis de sobra... Hablemos pues de un tema más desconocido: las armonías del color.

La Historia del Arte nos ha permitido saber que disponemos de ciertos conjuntos de colores que armonizan especialmente entre sí, podemos introducir estas combinaciones a partir del famoso círculo cromático:


A partir de aquí podemos ir combinando colores de distintas formas, vamos a explicar las más sencillas y útiles para nosotras:

Colores monocromáticos: Utilizando el mismo matiz o color base, se crea una paleta de colores de luminosidad y saturación variables, añadiendo más o menos blanco, o más o menos negro. Los colores monocromáticos se combinan habitualmente con colores blanco, negro y variaciones de gris.



Colores análogos: Son los colores adyacentes en el círculo cromático. Por tanto, cada color posee dos colores análogos. Crean paletas muy armoniosas, donde unos colores se funden en los otros.



Colores complementarios: Son los colores opuestos en el círculo cromático. Juntos crean un contraste dinámico e incluso mareante. Evita texto de un color sobre fondo de su complementario, a no ser que lo que quieras provocar sea precisamente eso: malestar.



Colores triádicos: Tres colores equiespaciados alrededor del círculo cromático. Crean grandes y vistosos contrastes.



Existen muchas herramientas online que facilitan la tarea de combinar colores en armonía:

http://design-seeds.com/ Permite determinar colores en RGB (sistema de color para imagen digital) y nos da muchas posibles combinaciones con imágenes como referencia.

http://paletton.com/ Nos deja jugar con todo el círculo cromático y obtener complementarios, tríadas, análogos... hasta dar con la paleta que más nos interese.

Con toda esta información no hay excusa para no elegir una combinación de colores acertada en tus composiciones aunque, ya sabes, las normas están siempre para saltárselas.



lunes, 7 de diciembre de 2015

Caligrafía y Navidad

No podíamos empezar diciembre de otra manera. Se acerca la Navidad y hasta a las Amotinadas se nos ablanda un poquito el corazón. Así que hoy vamos a repasar algunas aplicaciones de la caligrafía para que nuestra Navidad sea una pizca más personal. 


La caligrafía nos permite personalizar casi cualquier cosa. En primer lugar, lo más obvio, podemos preparar nuestras propias felicitaciones navideñas. Con plumilla y tinta, con rotulador, con acuarelas metalizadas... Más tradicionales, más modernas o incluso un poco "anti-Navidad". Éstas son algunas de nuestras propuestas (algunas las encontraréis en Instagram, con el hastag del reto #navidadamotinada). 

El que se atreva con las filigranas, incluso puede probar a dibujar bolas de Navidad, árboles, guirnaldas... 


Otra aplicación de la caligrafía son las etiquetas, ya sea para los regalos o para la mesa de Navidad. Podemos escribir el nombre del destinatario o cualquier mensaje.




Incluso podemos aplicar la caligrafía a otros materiales más allá del papel, como la madera, para decorar regalos o el árbol de Navidad.


También podemos animarnos a escribir nuestro menú de Navidad con caligrafía, ya sea en una tarjeta grande o en otros formatos, como la pizarra.


O incluso preparar algún pequeño regalito, como un marcapáginas.


Se nos ocurren más ideas para combinar la caligrafía y la Navidad, como pintar nuestros papeles de regalo o las bolas para el árbol. Ya nos contaréis qué os animais a probar...

domingo, 29 de noviembre de 2015

Los trazos básicos en caligrafía

En caligrafía, todas las letras se construyen a partir de unos trazos básicos. Pero antes, vamos a ver cómo empezar paso a paso.


Ya está, te has decidido y te apetece probar con esto de la caligrafía. Pero, ¿por dónde empezar? 
El primer paso es conseguir los materiales. Los básicos que vas a necesitar son: un palillero, plumillas, tinta y papel. Como ya te comentamos en un post anterior, no hace falta gastarse mucho dinero para empezar. Puedes ver nuestras recomendaciones low cost aquí.


Una vez que tienes todo, empezaremos por poner la plumilla en el palillero. Podemos encontrarnos palilleros como el oblicuo de la imagen, en el que no hay más que una opción para insertar la plumilla, así que no hay duda. En el palillero recto, ese que tiene cuatro pestañitas, no la tienes que meter en el centro, si no que la inserción será entre la madera y el metal. Hay que comprobar que quede firme y que no se nos vaya a mover al escribir.



El siguiente paso, será mojar la plumilla con la tinta, y de ahí, al papel.
Puede pasar que la tinta no fluya correctamente, que te parezca que resbala de la plumilla. Eso es porque las plumillas se fabrican con una capa protectora que hay que eliminar antes de usarla por primera vez. Para eliminar este “aceite”, basta con frotarlas con un cepillo de dientes viejo y un poco de lavavajillas o pasta de dientes. También sirve pasarles una llama un par de segundos, pero cuidado con pasarte, que puedes estropear la plumilla. Al mojar la plumilla en la tinta, sed generosas, pero escurridla antes de empezar a escribir, para evitar goterones.

Ahora sí que podemos empezar con los trazos básicos. Tienes que saber que las plumillas son flexibles, la punta se abre más o menos dependiendo de la presión que ejerzamos, y en esto se basa la escritura con pluma.



Puede decirse que hay dos tipos de trazos básicos, los ascendentes y los descendentes. En los ascendentes, casi no se ejerce presión, así que la tinta fluye desde la plumilla dándonos una línea fina. En los descendentes, en cambio, hay que ejercer presión contra el papel, de manera que la plumilla se abre, sale mucha más tinta y el trazo que se obtiene es mucho más grueso. Hay que tener cuidado de no ejercer demasiada presión, pues en ese caso, toda la tinta saldrá de golpe, formando una gota enorme que va a  estropear nuestro trabajo.  


Para conseguir controlar muy bien los trazos finos y los trazos gruesos, no queda otra que practicar y practicar. Ten en cuenta que cada tipo de plumilla tiene distinta flexibilidad así que con cada una tendrás que repetir estos trazos básicos hasta conseguir controlar la presión exacta que precisa cada trazo. Te dejamos unos ejemplos que te servirán para dar tus primeros pasos en la caligrafía. Una vez los domines, podrás empezar con las letras, pero eso será otro post.


Ah! Y una vez termines, no te olvides de limpiar tus plumillas. Elimina los restos de tinta con agua y sécalas muy bien con un trapo. Así estarán perfectas para la siguiente vez que vayas a practicar.