viernes, 10 de marzo de 2017

Las Sin Sombrero: Marga Gil Roësset


Escultora, ilustradora, hermana de la escritora Consuelo Gil Roësset, sobrina de la pintora María Roësset Mosquera y prima de la pintora Marisa Roësset Velasco: Cuando el arte se respira a tu alrededor y va escrito en tus genes... Hoy nos inspiramos en Marga Gil Roësset.


Nació con una enfermedad del hígado un tres de marzo de 1908. Los médicos no tenían esperanzas, pero eso a Margot Roësset no le importó lo más mínimo. Se aferró a su hija pequeña durante meses convencida de que su amor y entera dedicación la salvarían y así fue. Una niña frágil desde el principio.

Marga y su hermana Consuelo


Margot educó a sus hijas como si fuesen hombres, se ocupó de poner a su alcance toda la formación artística necesaria. Las dos niñas eran bien conocidas en el Madrid de la época. Consuelo, la hermana mayor, publicó “El niño de oro”, un cuento fantástico con 15 años y Marga lo ilustró con tan solo 12. Ambas hablaban varios idiomas, viajaban habitualmente y tenían un nivel cultural superior a la media. Eran especiales.


Las hermanas Gil Roësset conocieron al matrimonio de Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí de casualidad, a través de una conocida. El poeta y Nobel, que en ese momento tenía 51 años, describió a Marga tiempo después así:



“Marga era de verdoso alabastro, con ojos hermosos y tristes, y pelo liso castaño... Llevaba el alma fuera, el cuerpo dentro...” 

Su esposa Zenobia quedó impresionada con las chicas Gil Roësset y las invitó a su casa. Así comenzó una amistad por parte del matrimonio y una gran admiración por parte de Marga. Las visitas se hicieron habituales. La escultora, que tenía entonces 24 años, comenzó a hacer un busto de la esposa de Juan Ramón. Su idioma era el arte. Durante un tiempo fue la única mujer que esculpía en talla directa y en piedra en España. 

El poeta Juan Ramón Jiménez y su esposa Zenobia Camprubí

En algún momento, Marga comenzó a tener sentimientos por Juan Ramón Jiménez con todo lo que ello conllevaba en una España muy religiosa y "poco preparada” para afrontar según qué tipo de emociones: frustración porque él estaba casado, sentimiento de culpa porque Marga veía en Zenobia una amiga muy querida, rechazo a la vida que no puede ser vivida al lado del ser amado, mantener el secreto por miedo al rechazo… Todo ello fue reflejado en su diario de poemas íntegramente dedicado a Juan Ramón con composiciones bellísimas cargadas de sentimiento. De exaltación y alegría por el amor que sentía y de ausencia y melancolía a sabiendas de que jamás podría ser correspondida.


La mañana del 28 de julio de 1932 Marga destruyó casi todas sus obras, fue a casa de Juan Ramón y le dejó sobre su mesa su diario. Le dijo que no lo leyese aún, no había ninguna prisa. Él no le dio importancia porque ya otras veces ella le había dejado textos escritos para que se los corrigiese. Cogió un taxi, se dirigió a Las Rozas y en un hotel se pegó un tiro en la sien. No murió en el acto.  Juan Ramón acudió a su lado y horas después falleció junto a él en el hospital.


Juan Ramón guardó las hojas del diario de Marga durante años con la firme intención de publicar con ellas un libro de homenaje en su memoria. 

Marga quiso quitarse de en medio, borrarse para siempre y casi lo consigue. Incluso, durante la guerra civil, un obús cayó en el cementerio donde estaba enterrada y solamente destruyó su tumba.

Aunque es inevitable hablar de Marga Gil Roësset sin hablar de Juan Ramón Jiménez, quizá lo menos importante de todo es que ella se quitara la vida por él. 

A pesar de que el día de su muerte destruyó gran parte de su obra, Marga dejó tras de sí un legado extenso, sobre todo de ilustraciones, que ha servido como influencia e inspiración a otros artistas y que la ensalza como una creadora de vanguardia en las dos disciplinas que practicó. Doce años de una temprana y prolífica carrera artística (de los 12 a los 24) que ya quisieran (¡ya quisiéramos!) para sí muchos…




Han pasado 85 años desde que se fue y, como escribió su último día de vida, seguramente sin ser muy consciente de ello:

“Mi amor es infinito!... La muerte es... infinita... el mar es infinito... la soledad infinita... yo con ellos... yo... con lo infinito...”

Ella siempre será infinita.

Todas las imágenes de este artículo (excepto las de caligrafía) han sido tomadas de la web que Ana Serrano hizo para su exposición antológica en el año 2000, pueden visitarla aquí.






2 comentarios:

  1. El problema es que toman sus datos para escribir sobre Marga Gil Roësset del artículo de Wikipedia y de los de las sinsombrero que están completamente llenos de errores que se van divulgando y creciendo: Marga no era poetisa no escribió un solo poema en su vida. Su diario es un diario muy lírico, pero no es poesía y es lo único que dejó escrito, aparte de cartas y postales.
    Su sobrina nació muchísimos años después de morir de ella, por tanto no formó parte de su entorno cultural, en cambio olvidan a su prima hermana Marisa Roësset Velasco, la inmensa pintora.
    El matrimonio de Zenobia y Juan Ramón Jiménez conocieron a Marga y a su hermana ya de mayores, no de niñas, tres meses antes de matarse Marga. Sólo se trataron durante ese escaso lapso de tiempo.
    La familia de Marga conocía la existencia del diario desde siempre.
    Marga no era la única mujer que esculpía en España, era la única que lo hacía en talla directa y en piedra.
    No es aconsejable utilizar la portada de Rose des bois ni de ninguno de sus cuentos para escribir encima, aunque sean sus textos. Los cuentos no son dominio público.
    Sería de agradecer que indicaran que las fotografías con que ilustran los artículos sobre Marga proceden de la web que le hice en internet, que a su vez procede del catálogo de la exposición antológica que hice en el año 2000 y que son del fotógrafo Javier Campano.
    Gracias.

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    1. Hola Ana, encantadas de saludarla:

      En primer lugar nos gustaría pedirle disculpas si a través de este pequeño artículo, sin ninguna pretensión, hemos transmitido datos erróneos porque no era nuestra intención y hemos tratado de corregir todo lo que usted nos ha dicho.

      En segundo lugar queremos expresarle que nosotras no somos historiadoras de arte y seguramente no manejamos los datos exactos ni las fuentes más fidedignas pero hemos tratado de leer mucha información para hacer este artículo. Incluso hemos visto el vídeo de la grabación de una hora y media que se conserva en Youtube de su intervención en 2015 en CAM Madrid entre otras muchas cosas.

      Lo que si que hemos hecho es dejarnos llevar por lo que una obra nos hace sentir (en este caso la de Marga). Este era el objetivo de hablarle a nuestra “pequeña audiencia” de Marga Gil Roësset, utilizarla como medio de inspiración para practicar caligrafía, que es de lo que trata este blog. Así mismo, habrá podido ver que a lo largo del mes estamos hablando de muchas otras figuras femeninas que nos están sirviendo de lo mismo, de inspiración nada más, sin ningún fin comercial o lucrativo.

      Hemos añadido al final del escrito un enlace directo a la web que usted hizo citándola como fuente de todas las imágenes.

      Lo cierto es que una iniciativa que a nuestro modo ver era una idea maravillosa para dar a conocer el talento de tantas mujeres olvidadas quede tristemente empañada por el recuerdo que nos deja el comentario que usted ha escrito.

      Le mandamos un saludo muy afectuoso junto con nuestras disculpas y le agradecemos infinitamente su dedicación a preservar la obra de Marga.

      Amotinadas

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